La apiterapia es una técnica de
medicina no convencional que utiliza el veneno de abeja para sanar. Este no se
toma por vía oral ni tampoco se administra aleatoriamente, sino que se aplica
en sesiones dirigidas por profesionales especializados.
¿Por qué apiterapia? La pregunta
es razonable si alguna vez has tenido la desgracia de que te pique una abeja.
El dolor es muy molesto, e incluso tarda un poco en irse. ¿Pero qué tal si te
dijera que la apiterapia es capaz de combatir la esclerosis múltiple, una
enfermedad que paraliza al organismo haciéndole perder movilidad?
Es este el caso de Sami Chugg, quien en
1998 fue diagnosticada con esta enfermedad, y quien poco a poco fue perdiendo
la capacidad de moverse hasta quedar inmobilizada al perder la capacidad de
caminar. La esclerosis múltiple destruye la comunicación entre células
nerviosas e incapacita progresivamente al individuo.
Sin embargo, Chugg, al no
encontrar tratamientos que la curaran, decidió apostar por la medicina
alternativa, concretamente al veneno
de las abejas. A lo largo del tratamiento recibió 1.500
picaduras de abejas, y los resultados fueron extraordinarios.
No sólo Chugg consiguió eliminar
el dolor que causa la esclerosis múltiple, sino que también pudo recuperar su
capacidad de movimiento, volviendo a caminar y experimentando una mejoría
significativa de su enfermedad.
El caso tal vez resulte
llamativo, pues a decir verdad resulta extremo. En realidad lo que ocurrió no
fue más que una reacción orgánica a un estímulo concreto. El sistema nervioso
actuó en contra del veneno de abeja y reanudó con ello su actividad en
decaimiento, luchando con éxito
contra la enfermedad.
Esclerosis Múltiple (MS) es una
enfermedad neurodegenerativa que afecta
aproximadamente a 240.000
norteamericanos (0,1 % de la población o 1 de cada 1.000 habitantes), teniendo una
mujer el doble de probabilidad de padecer la enfermedad con respecto a
un hombre (1) Los pacientes afectados se quejan de inestabilidad en el andar,
perturbaciones visuales, fatiga, demencia, trastornos sexuales y de la vejiga,
y síntomas de trastorno del tallo cerebral (disfagia, nistagmus, y temblor de
intención). MS se caracteriza por un deterioro crónico (MS crónica-progresiva)
o periodos de exacerbación con mejoras subsecuentes en la condición, conocida
como MS recidivante-remitente.
Las abejas han sido
apreciadas durante mucho tiempo para
propósitos medicinales. Hipocrates, el padre de medicina, usó abejas pulverizadas y
aguijones de abejas en sus
prácticas médicas. De Carlomagno también se ha documentado, que se picaba a sí
mismo con abejas (8) Sé pensado que las
abejas tenían efectos beneficiosos en el dolor crónico, ayudaban a la digestión y podían restaurar humores vitales
del cuerpo. Sin embargo, la investigación
científica sobre picaduras
de abeja no empezó hasta finales del
siglo XIX. El médico austríaco Phillip Terc, notó que sus pacientes de
reumatismo experimentaron resultados positivos con las picaduras de abeja (9)
La utilización primaria de la
terapia con veneno de abeja (BVT) en
medicina alopatica ha sido orientada a
contrarrestar la alergia a la picadura
de abeja por medio de inyecciones de desensibilización. Para muchas personas,
una picadura de abeja es solo una transitoria
molestia dolorosa. Pero para el
0.5 –2.0 % de la población, una
sola picadura puede activar una reacción alérgica extrema que afecta el sistema
respiratorio. Esta respuesta es conocida
como una reacción anafiláctica. Otras reacciones fisiológicas durante el choque anafiláctico incluyen
disminución de la presión de la sangre, salpullidos superficiales, taquicardia, escalofríos y palidez
generalizada.
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